Los practicantes chamánicos, a través de técnicas específicas, acceden a mundos energéticos invisibles a la vista ordinaria. En estos espacios, encuentran sus ayudas espirituales en forma de animales de poder y maestros que guían su camino y les permiten realizar acciones como:

• Obtener información y sabiduría.
• Sanar a personas, animales y lugares.
• Acompañar a las almas que se han desprendido del cuerpo físico.
• Recuperar fragmentos de alma perdidos.
• Eliminar maleficios y ataques espirituales.
• Empoderarse.

Cualquier persona puede tener acceso a los mundos espirituales y a los espíritus de compasión y ayuda.

El practicante chamánico, cuando se inicia, aprende a viajar a los mundos espirituales y a encontrar sus ayudas espirituales. Estas son las que nos van a guiar y ayudar a realizar las acciones necesarias para lograr los objetivos que necesitamos, como obtener información, sanación y más propósitos.

Los mundos espirituales o energéticos, son lugares en otras dimensiones o espacios, que desde nuestra realidad física no podemos llegar. En ellos encontramos a nuestras ayudas espirituales en forma de animales o de maestros. Cada persona tiene un animal de poder y un maestro de vida que está contigo en toda tu vida actual.

El chamanismo nos permite recobrar la armonía en todos los aspectos de la vida. Cuando la salud flaquea, las cosas no fluyen o sentimos un bloqueo energético, el chamanismo puede ser una herramienta invaluable para:

• Liberar bloqueos energéticos y kármicos.
• Encontrar la causa de problemas físicos o emocionales sin explicación aparente.
• Responder preguntas que la lógica no puede resolver.
• Limpiar lugares cargados de energía negativa.

El chamanismo nos invita a explorar una dimensión olvidada de la realidad, abriendo las puertas al autodescubrimiento y la conexión con nuestro ser interior. Es un camino de transformación personal que nos ayuda a:

• Comprender situaciones que la razón no explica.
• Encontrar la paz interior y la felicidad.
• Reconectar con la sabiduría ancestral que reside en nosotros.

El practicante chamánico puede realizar diferentes funciones para ayudar a cualquier persona. Él puede ir a buscar el animal de poder de otra persona y volver a reconectarlo, puede realizar sanación a una persona, animal o lugar, ayudar al acompañamiento de las almas que se han desprendido de su cuerpo físico, ayudar a recuperar trozos de almas que se han podido desprender de una persona, eliminar maleficios, y ataques espirituales.

Todo el mundo es capaz de estar en contacto con estos mundos y con sus espíritus, siempre que haya una buena disposición y una intención clara.

Conclusión:

El chamanismo, con su metodología ancestral y su profunda conexión con la naturaleza, nos ofrece una alternativa única para alcanzar el bienestar integral. Es un viaje hacia la armonía, la salud y el autodescubrimiento que nos invita a redescubrir nuestra conexión con el universo y las fuerzas que lo habitan.

Es un paso más hacia delante en el descubrir y conocer el mundo que nos rodea, una parte de él que hemos cerrado por motivos personales, sociales, históricos o religiosos que existe y que cada vez está más olvidado y, en cambio, forma parte de nosotros, de nuestra realidad.